Queridos hermanos: Celebramos hoy el penúltimo
domingo del año litúrgico, al que llegaremos a su fin el próximo con la
Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo Rey Universal: la fiesta de Cristo Rey.
Celebramos también hoy la 6ª Jornada mundial de los pobres.
El Señor nos hace una enérgica llamada a vivir en una
perseverante fidelidad a la voluntad de Dios, en medio de las dificultades,
incomprensiones y cruces de la vida presente. Hoy el Señor nos llama a
emprender cada jornada como si fuera la última, pero viviendo, sin embargo, en
la fe y la responsabilidad como si nos quedara un largo porvenir. Juntos entonemos el canto de entrada…
MONICIONES
A LAS LECTURAS
OPCIÓN
1: MONICIÓN PARA TODAS LAS LECTURAS
Las lecturas de hoy nos recuerdan que la historia de la
salvación llegará un día a su fin. El profeta Malaquías evoca el juicio
definitivo de Dios, que puede ser condenatorio o salvador. El salmista nos dice
que Dios llega a nosotros trayendo en sus manos la salvación y la victoria. Y
el evangelio, con la probable referencia a la destrucción de Jerusalén en el
año 70, nos invita a mantenernos fieles al mensaje en cualquier momento de
nuestra existencia, por difícil y doloroso que pueda ser. Escuchemos con mucha atención.
OPCIÓN
2: MONICIÓN PARA CADA UNA DE LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA (Malaquías 3, 19-20a)
El profeta Malaquías anima a los judíos que están
desilusionados por los pocos resultados de la reconstrucción de su ciudad,
después del destierro. Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA (2 Tesalonicenses 3, 7-12)
Pablo nos exhorta a no ser una carga para nadie,
indicándonos que con nuestro trabajo debemos contribuir a humanizar la tierra y
a edificar desde ahora, el Reino. Pongamos atención al mensaje.
EVANGELIO (Lucas 21, 5-19)
Jesús, en el Evangelio, anuncia que los signos precursores
del final de los tiempos son el sufrimiento y la persecución, es decir, la
prueba. De pie cantemos
el aleluya.
ORACIÓN DE LOS
FIELES
Decimos con fe
después de cada invocación: EN TI CONFIAMOS, SEÑOR
Por
nuestra Santa Madre Iglesia, para que siga permaneciendo firme ante los ataques
que intentan destruirla y sea siempre esa luz con que ilumina al mundo. Oremos.
Por
todos los que trabajan por la construcción de un mundo más humano y justo,
según el proyecto de Dios, para que nunca se desalienten y perseveren en su empeño.
Oremos.
Por
nuestro país, marcado por la pobreza de muchos de sus hijos, para se lleven adelante
medidas a favor de la promoción humana de los más desfavorecidos. Oremos
Por
los pobres de paz y de amor, para que el Espíritu santo suscite en todos, una
solidaridad concreta y oportuna. Oremos
Por
los que se dedican a las Obras de Caridad, para que en su obrar cotidiano, tengan
siempre presente el rostro de Cristo pobre. Oremos
Por
nosotros aquí reunidos, para que el Señor nos dé entrañas de misericordia ante
el hermano pobre y desamparado. Oremos.
PRESENTACIÓN DE
LAS OFRENDAS
Con las ofrendas de pan y vino, presentemos a Dios nuestro
compromiso de trabajar para ayudar en la creación de nuevas condiciones de
vida, en la equitativa distribución de los bienes, en la solidaridad y el
servicio. Cantemos.
COMUNIÓN
Acerquémonos a recibir el Cuerpo de Cristo , Sol de
Justicia, a quien podemos ver en todos los rostros pobres de nuestra sociedad. Acerquémonos a recibirle
cantando.
COMUNIÓN
ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a
Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente
oración:
Creo
Señor mío que estás realmente presente
en el
Santísimo Sacramento del altar.
Te amo
sobre todas las cosas y deseo
ardientemente
recibirte dentro de mi alma;
pero, no
pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al
menos espiritualmente a mi corazón.
Y como
si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno
todo a Ti;
Oh
Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA
Que Cristo siga iluminando nuestro camino y nosotros
podamos ser luz para el mundo al que vamos hoy, después de haber participado de
esta Santa Misa. Nos despedimos cantando…