Solemnidad de Jesucristo, Rey del universo

“Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos,
lo hicieron conmigo”
 
La parábola del «juicio final» es, en realidad, una descripción grandiosa del veredicto final sobre la historia humana. No es fácil reconstruir el relato original de Jesús, pero la escena nos permite captar la «revolución» que ha introducido en la orientación del mundo.
Allí están gentes de todas las razas y pueblos, de todas las culturas y religiones. Se va a escuchar la última palabra que lo esclarecerá todo. Dos grupos van emergiendo de aquella muchedumbre. Unos son llamados a recibir la bendición de Dios: son los que se han acercado con compasión a los necesitados y han hecho por ellos lo que podían. Otros son invitados a apartarse: han vivido indiferentes al sufrimiento de los demás.
Lo que va a decidir la suerte final no es la religión en la que uno ha vivido ni la fe que ha confesado. Lo decisivo es vivir con compasión ayudando a quien sufre y necesita nuestra ayuda. Lo que se hace a gente hambrienta, inmigrantes indefensos, enfermos desvalidos o encarcelados olvidados por todos, se le está haciendo al mismo Dios. La religión más agradable a Dios es la ayuda al que sufre.
En la escena evangélica no se pronuncian grandes palabras como «justicia», «solidaridad» o «democracia». Sobran todas, si no hay ayuda real a los que sufren. Jesús habla de comida, ropa, algo de beber, un techo para resguardarse. En el «atardecer de la vida» se nos preguntará qué hemos hecho ante las personas que necesitan nuestra ayuda. Así de concreto.
 
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO:
 
Ven Espíritu Santo, Ven a nuestra vida,
a nuestros corazones,  a nuestras conciencias.
 
Espíritu Santo necesitamos de tu ayuda
para comprender, llevar al corazón
y a nuestra vida el mensaje de Dios.
 
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad
para entender lo que el Padre quiere decirnos
a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
 
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida
y se haga vida en nosotros.
Amén
 
TEXTO BIBLICO: Mateo 25, 31-46
 
Cuando el Hijo del Hombre llegue con majestad, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria y todas las naciones serán reunidas en su presencia.  Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Colocará a las ovejas a su derecha y a las cabras a su izquierda. Entonces el rey dirá a los de la derecha: Vengan, benditos de mi Padre, a recibir el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me dieron de  comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver. Los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, sediento y te dimos de beber, emigrante y te recibimos, desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y fuimos a visitarte? El rey les contestará: Les aseguro que lo que hayan hecho a uno solo de éstos, mis hermanos menores, me lo hicieron a mí. Después dirá a los de su izquierda: Apártense de mí, malditos, vayan al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles.  Porque tuve hambre y no me dieron de comer, tuve sed y no me dieron de beber, era emigrante y no me recibieron, estaba desnudo y no me vistieron, estaba enfermo y encarcelado y no me visitaron. Ellos replicarán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, emigrante o desnudo, enfermo o encarcelado y no te socorrimos? Él responderá: Les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí. Éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna”.
 
RECONSTRUIMOS EL TEXTO:
 
Jesús está diciendo que Él volverá
Ø  ¿Qué pasará cuando regrese?
Ø  ¿Con quién se compara Jesús?
Ø  ¿Qué dirá a los de la derecha?
Ø  ¿Qué le responderán estos?
Ø  ¿Cuál es la afirmación de Jesús a éstos?
Ø  ¿Qué dirá a los de la izquierda?
Ø  ¿Qué le responderán entonces éstos?
Ø  ¿Qué dirá a los que no lo atendieron?
Ø  ¿Cuál será el final para unos y para otros?
 
Este Domingo, la Iglesia nos propone la reflexión sobre el Evangelio de San Mateo. Tal vez uno de los textos más conocidos de todo el Nuevo Testamento.  El relato que leemos hoy, no es una simple parábola, sino la enseñanza central y el tema por el que “el Hijo de Dios Padre” volverá, para juzgar a todos, como Rey y Señor dueño de todo lo que existe.  El Rey que viene a Juzgar dirá:
Vengan benditos de mi Padre…: Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver. Y también por lo mismo dirá: “apártense de mí, malditos” Será el mismo juicio tuve hambre, tuve sed, era emigrante, estaba desnudo, enfermo y encarcelado. Y no me atendieron.
Y así como se sorprenderán los primeros que dicen “Señor, ¿cuándo te vimos a Ti en estas condiciones?” la misma respuesta dirán los excluidos del Reino. Y la respuesta será igual: Lo que hayan hecho a estos mis hermanos menores, o los más pequeños, “A mí me lo hicieron…. O a mí me lo dejaron de hacer.”
 
La síntesis de reflexión sobre el texto es:
Jesús volverá triunfante. Como Rey y Señor de toda la creación.
Habrá un juicio a todas las naciones y también un juicio particular.
Jesús, el Hijo de Dios, el Juez por excelencia dictará sentencia.
Todos serán tratados por igual y con las mismas oportunidades.
Él se identifica con los más pobres y necesitados.
Los llama mis hermanos, los más pequeños.
Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
 
MEDITACION: ¿Qué me o nos dice el texto?
 
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
Jesús me tomará el examen final de mi vida. Será un juicio…
*      ¿Estoy consciente de esto? ¿O creo que es una fábula para que nos portemos bien?
Cuántas veces he ido a un examen sin saber lo que me irán a preguntar y obvio, hay nerviosismo por saber si entiendo la pregunta y dar bien la respuesta.
*      ¿Me doy cuenta que Jesús me dice cómo será el juicio y yo ya sé todas las preguntas?
*      ¿Cómo poder ser agradecido con Dios que desde ya me da la oportunidad para poder escuchar las palabras “ven bendito de mi Padre”?
 
 Son seis cosas muy puntuales que dice el Señor: Tuve hambre, tuve sed, era emigrante, estuve desnudo, estuve enfermo y estuve en prisión.
*      ¿Cuáles son las cosas que debería hacer como una actitud permanente para poder atender al Señor en estos hermanos más pequeños?
 
 Si el Señor se identifica con estos hermanos, los más pequeños, y dice “a mí me lo hicieron” o “a mí dejaron de hacérmelo”.
*      ¿Cómo debe ser mi actitud para con estas personas?
 
Sólo hay dos posibilidades para escuchar al fin de nuestra vida: “Ven bendito de mi Padre, pasa a recibir el Reino preparado para ti desde el inicio de la creación”, o bien “Apártate de mí, maldito y vete al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles”.
*      ¿Cuál de las dos quisiera escuchar? ¿Entonces… qué debería hacer?
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
 

ORACION: ¿Qué le digo o decimos al Señor?
Que tu oración sea un frecuente dar gracias porque el Señor te anticipa cómo será el juicio y vamos a pedirle que puedas vivir de tal manera, que te acepte en su Reino. Pídele la gracia de que el seguimiento te lleve a anunciarlo.
 
Dios de misericordia y amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos y hermanas que has llamado de esta vida a tu presencia.
En esta vida les demostraste tu gran amor, y ahora que ya están libres de toda preocupación concédeles pasar con seguridad las puertas de la muerte y gozar de la luz y la paz eterna.
Habiendo terminado su vida terrena recíbelos en el paraíso, en donde ya no habrá tristeza ni dolor, sino únicamente felicidad y alegría con Jesús, tu Hijo, y con el Espíritu Santo, para siempre.
 
También pidámosle al Señor que nos ayude a ver su rostro en cada hermano, en cada persona, y nos dé la gracia de dar, dar misericordia, alegría, paz y amor. Tengamos en cuenta a cada uno de nuestros seres queridos que ya están en la casa de Dios, digámosles cuanto les amos y pidamos que intercedan por nosotros.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones. Amén.
 

CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo o interiorizamos el texto?
 
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces esta frase del Evangelio para que vaya entrando a nuestro corazón: “Cada vez que lo hicieron con el más pequeño, conmigo lo hicieron”. Y así nos ponemos a interiorizar esta Palabra de Salvación.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
 
ACCIÓN, ¿A que me comprometo con Dios?
En cada hermano, amigo, persona, que podamos desde nuestro corazón ver el cuerpo y rostro del Señor y darle todo lo mejor de nuestras actitudes y buenos valores y atender sus necesidades.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?