SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA
Queridos hermanos, nos reunimos en este día tan especial para celebrar las maravillas que Dios obró en María desde el momento mismo de su concepción.
Esta solemnidad no desentona con el Adviento. En la Madre empieza a realizarse el misterio de la encarnación del Hijo, y por eso nos alegramos con María y la celebramos en esta Eucaristía. Nos ponemos de pie y le cantamos a la Inmaculada para comenzar nuestra Misa.
MONICIONES A LAS LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS
La primera mujer, Eva, de cuyo pecado nos habla el libro del Génesis, le falló a Dios; pero otra mujer, María, la llena de gracia, sin pecado, según nos narra el evangelio, acepta gustosa-mente el plan de Dios para salvar a la humanidad. Por ese hijo, concebido de sus entrañas, nosotros también hemos recibido toda clase de bienes espirituales y celestiales, y el llamado a vivir en santidad. Escuchemos la Palabra de Dios.
OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA
PRIMERA LECTURA (Génesis 3, 9-15. 20)
A pesar del pecdo, Dios anuncia la salvación, en la que jugará un papel muy importante una mujer: la Virgen María.
SEGUNDA LECTURA (Efesios 1, 3-6. 11-12)
Escuchamos un himno en donde se muestra la iniciativa de Dios en la historia de la salvación y nuestra respuesta de alabanza.
EVANGELIO (Lucas 1, 26-38)
San Lucas nos relata la escena de la anunciación a María. De pie cantamos el aleluya
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada petición respondemos juntos: CON LA INMACULADA, TE LO PEDIMOS, SEÑOR.
Por la Iglesia, para que tenga siempre un corazón maternal como el de María y pro-clame la misericordia al mundo entero. Oremos
Por nuestra patria, para que la devoción a la Virgen nos haga más hermanos y nos en-señe a vivir el Evangelio. Oremos
Por nuestros gobernantes, para que dediquen, esfuerzos y recursos económicos y humanos para erradicar la pobreza entre todo sus habitantes. Oremos.
Por nuestra comunidad, para que en este tiempo de Adviento preparemos la venida del Señor en cada uno, en nuestras familias y en todos nuestros ambientes. Oremos
Por los pobres, los enfermos, los que sufren, para que la espera del Salvador renueve sus corazones y puedan exultar de alegría como María. Oremos
Por los jóvenes, para que experimenten la elección personal de Dios sobre cada uno y le respondan, como María joven, con disponibilidad. Oremos
PRESENTACION DE LAS OFRENDAS: Junto con las ofrendas de Pan y Vino, ofrezcamos también nosotros, a ejemplo de María Santísima, nuestro corazón y el propósito de vivir en santidad. ¡Acompañemos cantando!
COMUNIÓN:
Dios preparó a María desde su concepción para recibir en ella a Jesús y ser su mamá. Tam-bién preparó nuestros corazones desde el Bautismo para que lo podamos recibir y ser hijos en Él. Si estamos bien dispuestos, nos acercamos a comulgar cantando.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
¡Caminemos los caminos de la vida de la mano de la Inmaculada! ¡Que ella nos conduzca por donde Jesús quiera! Nos despedimos cantando
Descubre en María en este tiempo de pandemia cómo Dios siempre llama al ser humano para entregar vida y ponerse al servicio de los demás