GUION DE MISA - 26º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 29/09

26º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO  29/09

Queridos Hermanos Nos reunimos hoy, en el vigésimo sexto domingo del tiempo ordinario, para escuchar la Palabra de Dios y participar en la Eucaristía. Dios nos llama a examinar nuestra actitud sobre los bienes materiales. Si el cristiano no comparte sus bienes con los necesitados, no es auténtico cristiano. Es duro el evangelio cuando habla de la suerte del rico y del pobre. A veces, la mesa llena, el vestido púrpura y las muchas ganancias, impiden la conversión. Pero lo que parece imposible a los ojos de los seres humanos, no es imposible ante Dios.   De pie por favor, cantamos juntos y comenzamos la celebración de estos misterios.

MONICIONES A LAS LECTURAS

OPCIÓN 1: MONICIÓN PARA TODAS LAS LECTURAS

Las lecturas de este domingo nos ponen en guardia frente a las riquezas, que endurecen el corazón. El lujo hace olvidar los desastres del pueblo, dice el profeta Amós. A la puerta del rico se apaga la vida del pobre Lázaro, leemos en el evangelio. Contra esa riqueza despreocupada está la regla de vida que propone el autor de la carta a Timoteo (honradez, religiosidad, fe, amor, paciencia, dulzura) y la confianza en un Dios que, según el salmo, sustenta la vida del huérfano y de la viuda. Con escuchemos atención

OPCIÓN 2: MONICIÓN PARA CADA UNA DE LAS LECTURAS

PRIMERA LECTURA (Amós 6, 1a. 4-7)
El profeta Amós continúa atacando las injusticias de su pueblo, no soporta el lujo de los ricos, condena su falsa seguridad y les anuncia el castigo próximo. Escuchen atentos.

SEGUNDA LECTURA (I Timoteo  6, 11-16)
Las pautas de conducta que señala San Pablo en su Carta a Timoteo, son aplicables a noso-tros hoy, aquí y ahora. Y en estos momentos históricos, tienen mayor vigencia. Pongamos atención a la lectura.

EVANGELIO (Lucas 16, 19-31)
De nuevo San Lucas nos transmite la mentalidad de Cristo  respecto a las riquezas, haciendo uso de una parábola. Cantemos primero el aleluya para escuchar este mensaje.

ORACIÓN DE LOS FIELES

     Por quienes dirigen a nuestra Iglesia: para que con humildad y sencillez sigan condu-ciéndola por el camino de la verdad. Oremos.
     Por los responsables de la vida política y social: para que luchen por la erradicación de la pobreza en nuestra sociedad. Oremos.
     Por los más pobres y más necesitados: para que descubran que la Buena Nueva de Cristo va dirigida especialmente a ellos, y la acepten con alegría de corazón. Oremos.
     Por los aquí presentes: para que el Señor nos libre del afán de poseer innecesaria-mente y sepamos invitar a la mesa de nuestra vida a los más pobres y necesitados de nuestras comunidades. Oremos.
•    Añadir y/o sustituir  intenciones, que reflejen las necesidades del momento o de la comuni-dad,

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Con el pan y el vino ofrezcamos también al Señor nuestras ofrendas materiales, para que el Señor nos bendiga y nos libre del afán por el dinero. Cantemos.

COMUNIÓN
Cristo es nuestra mayor riqueza y hoy se nos ofrece en su Cuerpo y su Sangre. Acerquémonos a recibirle con fe y devoción cantando.

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
 
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
 
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA
 Vayamos ahora a ser testigos de lo que aquí hemos vivido; a compartir el pan con los demás, haciendo buen uso de los bienes que Dios nos ha dado. Cantamos 


Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019

La Iglesia de Cristo en Misión en el mundo.

Un camino de conversión pastoral y misionera.
«Nosotros tenemos una vida que comunicar:
Dios, su vida divina, su amor misericordioso, su santidad».