26° domingo durante el año ‘B’
En el evangelio de hoy Jesús nos enseña a estar abierto al bien y a la tolerancia para promover “la cultura del encuentro” y del dialogo que tanto necesita nuestra sociedad, hoy. Alegrémonos de que se haga el bien y las buenas obras, aunque no se nos haya ocurrido a nosotros sino a personas de buena voluntad que anhelan un mundo mejor para todos.
La liturgia de la palabra en este día nos invita a la «cultura del nosotros». La humanidad no es un conjunto de individuos aislados». Toda la persona es mi «prójimo» que necesita de una mano amiga y solidaria.
Por tanto, en este domingo, el Maestro de Nazaret, nos propone a vivir como Él al servicio del reino de Dios, haciendo la vida de las personas más humana, más digna y dichosa, para seguir construyendo una Iglesia verdaderamente fraterna y empática, movido por su espíritu que busca el bien de todos sus hijos, en especial de los más necesitados.
ORACION
Señor Jesús, te pedimos tu Santo Espíritu para que Él nos ilumine,
de modo que podamos entender, creer, vivir y anunciar tu Palabra.
Que ese mismo Espíritu nos ayude a encontrarnos cara a cara contigo,
que eres el Verbo, la Palabra venida al mundo para salvarnos.
Que Él nos haga constantes en el alegre cumplimiento
de tu buena noticia, para que otros también tengan vida.
Amén.
TEXTO BÍBLICO
Marcos 9, 38-43.45.47-48
El texto del Evangelio de Marcos que leemos hoy continúa presentando las instrucciones de Jesús a los discípulos. Seguir a Jesús es dejarse envolver por la lógica del amor y de la solidaridad. La misericordia de Dios se hace presente fuera de los límites del grupo de los discípulos. El Dios creador y salvador del universo, no conoce fronteras ni se le pueden poner límites a su poderosa actuación.
(Lee el Evangelio serena y tranquilamente, una o varias veces hasta desentrañar parte de su estructura, personajes y organización)
“En aquel tiempo, Juan le dijo a Jesús: “Hemos visto a uno que expulsaba a los demonios en tu nombre, y como no es de los nuestros, se lo prohibimos”.
Pero Jesús le respondió: “No se lo prohíban, porque no hay ninguno que haga milagros en mi nombre, que luego sea capaz de hablar mal de mí. Todo aquel que no está contra nosotros, está a nuestro favor.
Todo aquel que les dé a beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les aseguro que no se quedará sin recompensa.
Al que sea ocasión de pecado para esta gente sencilla que cree en mí, más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojaran al mar.
Si tu mano te es ocasión de pecado: córtatela; pues más te vale entrar manco en la vida eterna, que ir con tus dos manos al lugar de castigo, al fuego que no se apaga.
Y si tu pie es ocasión de pecado, córtatelo; pues más te vale entrar cojo en la vida eterna, que con tus dos pies ser arrojado al lugar de castigo.
Y si tu ojo es ocasión de pecado, sácatelo; pues más te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al lugar de castigo, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”.
LECTURA de lo que dice el texto en sí mismo para entenderlo mejor:
San Marcos, en el texto evangélico de hoy, está interesado en presentar las actitudes de los discípulos de Jesús. En cuanto grupo pretenden tener el monopolio absoluto de Jesús. Pero Jesús les propone ser una comunidad abierta, caracterizada por el servicio fraterno donde reine una constante vigilancia contra el peligro del escándalo.
Jesús propone una comunidad abierta, caracterizada por el servicio fraterno, donde reina también una vigilancia constante ante el peligro del escándalo. Es una continuación de la reflexión del domingo anterior, porque son los pequeños los miembros privilegiados de la comunidad.
En la primera parte, Jesús nos enseña que para pasar de una comunidad cerrada a una comunidad abierta, es necesario, una actitud de comprensión, una actitud de servicio para todos, aún para los simpatizantes que están fuera de la comunidad.
La segunda parte se concentra al interno de la comunidad misma, porque se pueden anidar peligros y en particular el peligro del escándalo. Es decir, confundir en la fe, inducir a renegar la fe, privar de la salvación eterna.
Allí mismo recurre a un tipo de expresión semítica que al exagerar pone en alerta al oyente para que se entere de la importancia de la enseñanza. Los que son víctimas de este escándalo son los pequeños.
Porque son los seres desvalidos frente a las seducciones por parte de los mayores: “más le valdría que le pusieran al cuello una de esas enormes piedras de molino y lo arrojarán al mar”.
MEDITACIÓN
Reflexión personal y profundización sobre la Palabra, lo que a mí me dice ahora en mi familia, en mi vida y mis circunstancias:
Ser de Cristo nos transforma en una comunidad abierta a todo bien; ser de Cristo, hará milagros, hablará bien, dará de beber, no será ocasión de pecado para los pequeños.
El ser de Cristo implica un empeño radical: si tu mano, tu pie, tu ojo, es ocasión de pecado, córtatelos; porque más te vale mutilado que ser arrojado al lugar de castigo, “donde el gusano no muere y el fuego no se apaga”.
Si en ti existe algo que te impide adherir a la misión de Jesús es necesario que hagas cortes profundos en tu vida y las hagan pensando en el futuro: donde está la verdadera vida, el reino, o sea, la unión perfecta con Dios, o el infierno, el signo del fracaso total de la propia existencia.
Así se comprende la radicalidad de la elección por el Evangelio: está en juego la vida eterna. El amor a los pequeños y la comunión con la comunidad son la base para rechazar el escándalo.
Así la comunidad toma como modelo la vida del Señor. La comunidad es el lugar de la verdadera acción de Dios y del ser verdadero discípulo.
ORACIÓN Lo que le digo, desde mi vida, al Dios que me habla en su Evangelio. Le respondo:
Señor Jesús; tu Palabra y tu Vida, ilumina los acontecimientos para darles el verdadero sentido.
Quieres una Comunidad abierta a todo bien: “todo aquel que está a nuestro favor no está contra nosotros”;
quieres unos discípulos capaces de hacer el bien: “todo aquel que dé de beber un vaso de agua por el hecho que son de Cristo, no quedará sin recompensa”;
quieres discípulos capaces de hacer el bien, sobre todo a la gente sencilla, a los pequeños y nunca el escándalo;
quieres discípulos que vivan en radicalidad el Evangelio: “más te vale entrar manco, cojo, tuerto en el Reino de Dios que ser arrojado al lugar del castigo”.
Señor, ayúdanos a formar esa Comunidad que tú quieres, en nuestra Familia, en la Iglesia, en nuestra sociedad ...
CONTEMPLACIÓN – ACCION
Hago silencio,
me lleno de gozo,
me dejo iluminar,
adoro, alabo,
y tomo decisiones
para actuar de acuerdo a la Palabra de Dios en mi vida ordinaria, personal, familiar, social, laboral, escolar…