4º Domingo DURANTE EL AÑO ‘C’ 30/01
Queridos hermanos, sean bienvenidos a la casa de Dios para celebrar juntos la Santa Misa dominical. En el 4º domingo durante el año, la Palabra de Dios nos sigue instruyendo y hoy nos trae un mensaje universal de salvación. Dios envía mensajeros a «todas las naciones» y ese mensaje llega hoy a nosotros. Dispuestos a escuchar la voz de Dios, comencemos esta celebración cantando juntos.
MONICIONES A LAS LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS
Una cosa une a los protagonistas de las lecturas de este domingo: Jeremías y Jesús aparecen como profetas rechazados. Jeremías es nombrado por el Señor profeta de las naciones, y su anuncio será mal recibido por las clases dirigentes del pueblo. Jesús presenta su misión para todos comparándose con Elías y Eliseo, dos grandes profetas de la tradición judía, consciente de que no es bien acogido por los suyos. Atentos escuchemos cada lectura.
OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA
PRIMERA LECTURA (Jeremías 1, 4-5. 17-19)
Escuchemos el relato de la elección de Jeremías, para constituirlo en voz profética que clama-ra contra la corrupción de su tiempo.
SEGUNDA LECTURA (Corintios 12, 31—13, 13)
San Pablo habla de los carismas, estableciendo una jerarquía para que aspiremos nosotros a lo más importante.
EVANGELIO (Lucas 4, 21-30)
Seguimos leyendo la primera «homilía» de Jesús en la sinagoga de su pueblo con unas reac-ciones no favorables al contenido de la misma. Nos disponemos a escuchar el Evangelio cantando el aleluya
ORACIÓN DE LOS FIELES
Guía: Respondemos: TE LO PEDIMOS, DIOS Y PADRE DE TODOS LOS PUEBLOS.
Por el papa, obispos, sacerdotes y todos los comprometidos en la evangelización, para que sigan llevando ese mensaje a todos los pueblos. Oremos.
Por las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, para que sigan surgiendo en el seno de nuestras familias. Oremos
Por los embajadores y diplomáticos, para que su misión de representar a su país no les impida reconocer y valorar la importancia de otras naciones y culturas. Oremos…
Para que la Palabra de Dios instruya a nuestros gobernantes y ejerzan su gobierno se-gún los designios de Dios. Oremos.
Por los que sufren en el mundo, especialmente los que tienen que migrar a otros países en busca de un mejor destino. Oremos.
Por esta comunidad reunida hoy en la casa de Dios, para que la palabra escuchada nos lleve a convertirnos en mensajeros de Dios. Oremos.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Con los dones del pan y del vino. llevamos al altar nuestra vida, nuestro esfuerzo cotidiano y el compromiso de abrir entre nosotros un camino para el anuncio del Evangelio. Cantemos.
COMUNIÓN
Participemos ahora del banquete de la Nueva y Eterna Alianza, que nos fortalece para ser pro-fetas y testigos de la Palabra de Dios.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA
Hemos celebrado con fe la presencia de Jesús entre nosotros. Marchemos en la esperanza del encuentro definitivo. El amor que no pasará jamás se convierte en tarea de cada día. Nos des-pedimos cantando...