Celebramos hoy el domingo trigésimo primero durante el año,
y en él celebramos nuestro encuentro con el Señor, que nos convoca para darnos
a conocer, de una manera sencilla y comprensible, su amor inagotable y su deseo
de comunicarnos su vida y su perdón.
El encuentro transformador con Cristo es el resumen, de lo
que es para nosotros, el llamarnos cristianos, el creer que Jesús también ha
entrado en nuestra vida, en nuestra casa y se ha alojado en ella, para
cambiarnos. Él nos mira, nos reconoce y pide entrar en nuestra vida; nuestra
respuesta debe ser el no eludir este encuentro, sin perder la esperanza a causa
de sentirnos pecadores. Ansiosos de encontrarnos
con Dios y recibir muestras de su misericordia, iniciemos con devoción la celebración
de estos misterios, cantando juntos
MONICIONES A LAS
LECTURAS
OPCIÓN 1: MONICIÓN
PARA TODAS LAS LECTURAS
Amor, fidelidad, compasión, ternura y, en última instancia,
salvación son palabras clave con las que las lecturas de hoy describen las
relaciones entre Dios y el ser humano. El pasaje del libro de la Sabiduría nos
muestra a Dios como “amigo de la vida”, con lo que nos reconforta y llena de
esperanza. El salmista, por su parte, proclama a Dios como rey y Señor, pero
deja bien claro que esa realeza y ese señorío radican esencialmente en su amor
y su fidelidad a las criaturas. En el Evangelio de hoy Jesús, el Hijo, encarna
en su persona el amor y la fidelidad del Padre.
OPCIÓN 2: MONICIÓN
PARA CADA UNA DE LAS LECTURAS
PRIMERA LECTURA (Sabiduría 11, 22—12, 2)
El texto de la Sabiduría, nos descubre el amor de Dios que
no se complace con el castigo, sino que prefiere el arrepentimiento y la
conversión. Escuchemos.
SEGUNDA LECTURA (2 Tesalonicenses 1, 11—2, 2)
San Pablo hace a los Tesalonicenses una serie de
advertencias sobre el final de los tiempos.
EVANGELIO (Lucas 19, 1-10)
Jesús, en esta narración de su encuentro con Zaqueo, nos da
una lección de su manera de actuar, siempre abierto a todos, para hacer posible
la superación y la liberación de las personas. De pie
cantemos juntos el aleluya.
ORACIÓN DE LOS
FIELES:
GUÍA: A cada una de
las peticiones respondemos:
"ESCÚCHANOS, SEÑOR"
Ã
Por
la Santa Iglesia y el Papa Francisco, para que siempre anuncie con su palabra y
con sus obras, el amor misericordioso de Dios, que es clemente, rico en piedad,
bueno con todos y que quiere comunicarnos su vida y su perdón, oremos...
Ã
Por
nuestro obispo y nuestros sacerdotes, para que por el ejercicio de su
ministerio, siempre podamos obtener la reconciliación, la grandeza, el perdón,
la comprensión y la amistad de Jesús, oremos ...
Ã
Por
nuestra patria, para que todos, gobernantes y gobernados, busquemos por sobre
todo, el bien común, para que así podamos construir una nación cada vez más
justa, más solidaria y más fraterna, oremos...
Ã
Por
tantos hermanos nuestros que se encuentran sufriendo, para que puedan encontrar
en la fe no sólo el consuelo, sino una liberación y una fuerza que los llene de
esperanza, oremos...
Ã
Por
toda nuestra comunidad, para que sintiendo esa sacudida que transformó la existencia
de Zaqueo, sintamos la presencia viva y real de Jesús en nuestras vidas, oremos...
PRESENTACIÓN DE
LAS OFRENDAS
Llevamos ahora al altar las ofrendas de Pan y Vino, y con
ellas, nuestro compromiso de conversión a Cristo. Cantamos…
COMUNIÓN
Con la alegría de Zaqueo, que recibió en su casa al Señor,
acerquémonos a recibirlo en comunión. Cantemos.
.
COMUNIÓN
ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a
Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente
oración:
Creo
Señor mío que estás realmente presente
en el
Santísimo Sacramento del altar.
Te amo
sobre todas las cosas y deseo
ardientemente
recibirte dentro de mi alma;
pero, no
pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al
menos espiritualmente a mi corazón.
Y como
si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno
todo a Ti;
Oh
Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA
El encuentro de Jesús con Zaqueo, produjo la transformación
de su vida. De este encuentro nuestro de hoy con Jesús, debe producirse también
una transformación en nuestras vidas. Vayamos a
nuestros hogares a vivir la Palabra escuchada. Nos despedimos
cantando…