El DESAFÍO DE SER PADRES EN TIEMPOS DE PANDEMIA


 “Fe, queridos míos, fe, esperanza, caridad y voluntad generosa

 y por lo demás no teman”

(San Antonio María Gianelli)

 

 Hay etapas en la vida que nos marcan hondo y a los padres hoy, los anima a recrearse en familia, sosteniendo especialmente la fe, esperanza y caridad.

La familia es el lugar privilegiado para pensar con otros y por otros, el oficio de ser papá, porque la familia es, al decir de San Juan Pablo II, “una experiencia de camino, una aventura rica en sorpresas, pero abierta sobre todo a la gran sorpresa de Dios, que viene siempre de modo nuevo a nuestra vida”.

Pero ¿cómo sorprenderse y descubrir lo novedoso en tiempos tan difíciles como los que transitamos? El realismo que lo rodea ¿apaga la fuerza paternal, que alimenta el deseo de custodiar, acompañar y guiar en cada vivencia cotidiana? Una vez más la confianza en un Padre generoso y atento se multiplica y comparte. Dios Padre, modelo y generador de nuevas fuerzas, se hace presente en todos los padres, que se levantan una y otra vez de caídas, fragilidades y situaciones no esperadas: enfermedades; falta de trabajo; incertidumbre…

                Su presencia se manifiesta también en el silencio y en la ternura  del corazón que , como en San José, hacen de él, un custodio de las “propias debilidades y las de los otros”[1]; en la valentía del que no tiembla ni cede ante las dificultades, porque sabe que cuenta con Dios: “Si no tenemos presente que la mano de Dios vela sobre nosotros, nos acompaña, nos sostiene con la Palabra y los Sacramentos, sólo podemos temblar y ceder ante las dificultades y ante nuestras propias miserias”.[2]

               Que este nuevo día del padre, sea motivo para ser agradecidos por haber tenido o tener un papá, que sostiene, guía, acompaña, escucha, trabaja, se preocupa, anima y en especial comparte su proyecto de vida, que no lo pensó en soledad sino por la gracia de la vida, lo vivencia en comunión unión con otros, donde la fuerza de la familia es su propia fuerza y los dones de los hijos y compañera, recursos para construir cada día un hogar más cálido, que acoge y hace crecer a todos.

¡Feliz día del Padre en la tierra y en el Cielo!

“Estamos en el mundo, pero fuimos creados para Dios”