LITURGIA SEMANAL - 27º SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

27º  SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO

Lunes  7 de octubre    Nuestra Señora del Rosario  (MO)
Lucas 1,26-38: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra".  
 
En el Evangelio nos encontramos con María que escucha con el corazón e interioriza. «María ha pronunciado su “fiat”, “se ha abandonado a Dios sin reservas y ´se ha consagrado total-mente a sí misma, como esclava del Señor”. María ha creído de verdad que “nada es imposi-ble para Dios” y, firme en esta confianza, se ha dejado guiar por el Espíritu Santo en la obe-diencia cotidiana a sus planes. ¿Cómo no desear, para nuestra vida, el mismo abandono con-fiado? ¿Cómo nos podremos oponer a esta felicidad que nace de una profunda e íntima fami-liaridad con Jesús? Por esto dirigiéndonos hoy a la “llena de gracia”, le pedimos obtener para nosotros, de la Providencia Divina, el poder pronunciar cada día nuestro “sí” a los planes de Dios, con la misma fe humilde y sincera con la que Ella pronunció el suyo. Ella que, acogiendo en sí la Palabra de Dios, se abandonó a Él sin reservas, nos conduzca a una respuesta más generosa e incondicional a sus proyectos, también cuando en ellos se nos llama a abrazar la cruz. » (Benedicto XVI).
MEMORIA Celebramos hoy la festividad de Nuestra Señora del Rosario. ¿Por qué se celebra en este día? Tiene que ver con San Pío V que atribuyó la victoria de Lepanto, el 7 de octubre de 1571 (con la cual desaparecieron graves amenazas para la fe de los cristianos), a la intercesión de la Santísima Virgen, invocada en Roma y en todo el orbe cristiano por medio del Santo Rosario, y quedó instituida la fiesta en el día de la victoria. En este mes de octubre, que la Iglesia se dedica a honrar a Nuestra Madre del Cielo especialmente a través de esta devoción mariana. El nombre de Rosario, en la lengua castellana, proviene del conjunto de oraciones, a modo de rosas, dedicadas a la Virgen.

Martes 8 de octubre
Lucas 10,38-42 : Ante el requerimiento de Marta pidiendo que le ayuden, Jesús le responde: “ Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.

El servicio y preocupación de Marta por atender bien a Jesús y a sus discípulos, es necesaria y muy buena y a la vez atenta de su parte….y la atención que María le presta a Jesús también es buena y a la vez, la mejor, dice el mismo Jesús.
Jesús no le dice a Marta que está mal lo que está haciendo, sino que se está olvidando de lo más importante, escucharlo a Él, estar con Él, porque sólo desde allí tiene sentido el servicio, la entrega, el hacer las cosas por y para Jesús.
Muchas veces pasa que corriendo y cansándonos por hacer muchas cosas por los demás e incluso para Dios, nos olvidamos del motivo por que lo hacemos, por hacer tantas cosas nos olvidamos de escuchar al otro, de mirarlo y prestarle atención.
La mejor parte que no nos será quitada, será siempre Jesús; y el buscarlo y estar con Él, será siempre la garantía para que nuestro servicio a Jesús, en el lugar donde estamos, sea fecun-do, sea alegre, sea gozoso.
Señor, danos un corazón generoso y servicial, que siempre pueda escucharte, que se haga fe-cundo desde el encuentro personal y diario contigo.

Miércoles 9 de octubre
Lucas 11,1-4: "Señor, enséñanos a orar:" Él les dijo: "Cuando oren digan: "Padre nuestro que estás en el cielo…”
“Es la oración que hizo Jesús, y nos la enseñó a nosotros, cuando los discípulos le pidieron: “Maestro, enséñanos a rezar como tú rezas”. Cuando rezamos el “Padre Nuestro”, nos conec-tamos con el Padre que nos ama, pero es el Espíritu quien nos da ese vinculo, ese sentimiento de ser hijos de Dios. ¿Qué oración mejor que la enseñada por Jesús puede disponernos a la Comunión sacramental con Él? En la oración del Señor pedimos el “pan cotidiano”, en el que vemos una referencia particular al Pan Eucarístico, que necesitamos para vivir como hijos de Dios. Imploramos también el “perdón de nuestras ofensas” y para ser dignos de recibir el perdón de Dios nos comprometemos a perdonar a quien nos ha ofendido. Y esto no es fácil. Es una gracia que debemos pedir. Con nuestras fuerzas nosotros no podemos: es una gracia del Espíritu Santo perdonar. Así, mientras nos abre el corazón a Dios, el “Padre Nuestro” nos dispone también al amor fraterno. Finalmente, le pedimos a Dios que nos “libre del mal” que nos separa de Él y nos separa de nuestros hermanos”.
Padre celestial, dependo de Ti cada día, y con confianza pido el pan diario para mi familia y para mí. Y Tú generosamente continúas entregándomelo. También doy gracias por Tu perdón amoroso cuando yo te decepciono. Dame a mí ese corazón que perdona siempre.

Jueves 10 de octubre
Lucas 11,5-13: “Pidan y se les dará, busquen y hallarán, llamen a la puerta y les abrirán. Porque todo el que pide recibe, el que busca halla y al que llame a la puerta, se le abrirá”.

Con la parábola del amigo importuno, revela Jesús que la oración debe hacerse con fe, con insistencia y sin desfallecer. Por eso, enseña que Dios siempre atiende la oración que se hace y para ello agrega estas actitudes para la oración:
La constancia o la perseverancia: “Pedid y se os dará…”. No dice cuánto tiempo va a durar el pedido, la búsqueda o el llamado, lo cierto es que siempre se va a obtener un resultado. De ahí que uno nunca deba desanimarse si la plegaria no es escuchada enseguida, sino insistir y continuar perseverando en la oración.
La confianza y el amor de hijos de Dios: “¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra …?” El don de la paternidad de Dios supera de forma amplia e inmensa a la humana. Por eso, Jesús finaliza diciendo que si uno que es malo da cosas buenas a sus hijos, ¡cuanto más el Padre del Cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!
“Padre, enséñanos  a perseverar en la oración, y seguir pidiendo, buscando y tocando y así recibir tu Reino. Te pedimos, Señor, que nos ayudes a profundizar nuestra relación con Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, y compartir con otros lo que él ha hecho en nuestra vida.”

Viernes 11 de octubre  San Juan XXIII Papa (ML)
Lucas 11,15-26: “El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama...
….Todo Reino dividido por luchas internas va a la ruina."

Cuando Jesús expulsó al demonio del mudo, unos lo acusaron de actuar con el poder del ma-ligno y otros exigieron otra señal. Pero el Señor les respondió: “Si yo arrojo a los demonios con el dedo de Dios, eso significa que ha llegado a ustedes el Reino de Dios”
Lo que Jesús hizo cuando expulsó al demonio del mudo era algo similar a lo que Moisés había hecho por medio de las plagas: eran señales del poder de Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud del pecado. Pero los que criticaban al Señor tenían el corazón tan duro como el del faraón. Jesús continuó diciendo que la curación del mudo era una señal de que el Reino de Dios había llegado. En efecto, pese a que los judíos no lo aceptaban, Cristo estableció el Reino de Dios en la tierra por medio de sus milagros, su enseñanza y su muerte y su resurrección. Reconozcamos, pues, que el Reino de Dios ha llegado al mundo y a nuestra vida, mientras esperamos la plenitud de ese Reino, cuando Jesús venga de nuevo.
 “Padre celestial, enséñame a reconocer tu obra y tu poder en el mundo y entregarme a ti con toda mi fe. ¡Ten misericordia de mí, Señor!”

Sábado 12  de octubre  Nuestra Señora del Pilar  (ML) Comienza la novena de S A Gianelli

Lucas 11,27-28:   El Evangelio es muy breve pero encierra un gran significado para entender lo que san Lucas enseña respecto de María. Jesús está hablando y una mujer hace un elogio para María: «¡Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron!», en otras palabras María debe ser muy feliz de tener un hijo así; sin embargo, la respuesta de Jesús: “Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios y la guardan”, hace un elogio aún mayor a su Madre y a todo aquel que escucha la Palabra de Dios, la obedece o guarda totalmente. María fue totalmente obediente a la Voluntad Divina, es modelo a seguir para todos los cristianos, pues María no sólo acogió la Palabra de Dios sino que la encarnó, la vivió, la profundizó, la rumió e incluso la transmitió o llevó a sus hermanos.
Pidamos a María que nos enseñe y ayude a seguir el camino seguro que Ella misma siguió para ser la Hija Predilecta de Dios Padre, la Madre de Dios Hijo y la Esposa de Dios Espíritu Santo.

Domingo 13 de octubre    (28 durante el año) DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES
Lucas 17,11-19: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”  

En los tiempos de Jesús, la vida de los leprosos era miserable, de humillación y aislamiento social. Por eso, ¡qué magnífica oportunidad se les presentó a los diez leprosos del Evangelio de hoy cuando vieron que Jesucristo pasaba por su pueblo! Se atrevieron a traspasar los lími-tes de su cuarentena y se acercaron al Señor suplicándole: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”.  La lepra no pudo resistir el poder curativo del Señor ni la fe de los hombres. Pero aún faltaba que ellos se presentaran a los sacerdotes para verificar oficialmente su curación.
Pero la historia no concluye allí. Uno de los ex leprosos, al darse cuenta de que estaba sano, se sintió tan contento y agradecido que quiso volver a expresarle su profunda gratitud a Dios por su curación y al “profeta” por medio del cual había sanado.
Esta respuesta llena de humildad y gratitud conmovió profundamente al Señor, y le dijo al hombre: “Tu fe te ha salvado”, algo que los demás no llegaron a experimentar. Esta es una enseñanza para todos: si queremos experimentar una transformación interior, reconozcamos lo mucho que Dios ha hecho y sigue haciendo en nuestra vida y démosle gracias con toda sinceridad.
“Dios y Señor mío, sé que tú puedes y quieres curarme de mis enfermedades; pero más aún, sé que por tu amor y tu misericordia, también puedes salvarme de mis pecados.”