VIERNES SANTO ‘G’ DE LA PASIÓN DEL SEÑOR

VIERNES SANTO   ‘G’
DE LA PASIÓN DEL SEÑOR



Jesús, nuestro Maestro y Señor, ha sido detenido, torturado y condenado a muerte. Su amor sin reservas, su anuncio de un Dios que es Padre y que ama de un modo especial a los pecadores, su invitación a transformar el corazón y la vida, su lucha contra todo lo que oprime a las personas, lo han conducido hasta aquí.
Nosotros, hoy, acompañamos a Jesús en su camino hacia la cruz. No somos mejores que los que lo condenaron. Ni somos mejores que los que lo abandonaron. Como los apóstoles y los discípulos, somos débiles y pecadores. Pero como ellos también, y gracias a su testimonio, nosotros hemos creído que de aquella cruz nace la vida. La única verdadera vida. Por eso nos reunimos en silencio para contemplar y rezar con toda nuestra fe y con todo agradecimiento.

1A PARTE: LITURGIA DE LA PALABRA
OPCIÓN 1: MONICIÓN ÚNICA PARA TODAS LAS LECTURAS


Desde los sufrimientos del Siervo de Yahvé, relatados por la primera lectura, hasta el relato de la Pasión de Cristo, narrada por San Juan, nos recuerdan que la historia de nuestra salvación ha pasado por la prueba más grande de amor que Dios Padre nos ha dado, al enviarnos a su Hijo. Con su muerte y resurrección Cristo nos ha salvado. Escuchemos atentos estos relatos. Escuchemos

OPCIÓN 2: MONICIONES PARA CADA LECTURA
PRIMERA LECTURA (Isaías 52, 13—53, 12)

La primera lectura de hoy es una narración de los sufrimientos del siervo de Yahvé, pero también, de su exaltación. Escuchemos la palabra de Dios, con un corazón dispuesto y dócil a sus inspiraciones.

SEGUNDA LECTURA (Hebreos 4, 14-16; 5, 7-9)
Jesús, llevando al extremo su amor por nosotros ofreció  su vida en obediencia al Pa-dre, para concedernos la liberación.

EVANGELIO (Juan 18, 1—19, 42)
Dispongámonos on un corazón atento a escuchar la proclamación de la Pasión del Señor, según San Juan. Pero antes aclamémoslo…..

ORACIÓN UNIVERSAL
Después de haber escuchado la narración de la Pasión del Señor, oremos con todo nuestro corazón para que nadie quede fuera de la vida que nace de la cruz de Jesu-cristo.

1. Por la Santa Iglesia
Oremos, hermanos, por la santa Iglesia de Dios, para que el Señor le conceda la paz y la unidad, la proteja en todo el mundo y nos conceda la vida serena, para alabar a Dios Padre todo poderoso. (Pausa)

2. Por el Papa
Oremos también por nuestro santo padre el Papa Francisco, para que Dios nuestro Señor, que lo llamó de entre los obispos, lo asista y proteja para bien de la Iglesia, como guía y pastor del pueblo santo de Dios. (Pausa)

3. Por el Pueblo de Dios y sus Ministros
Oremos también por nuestro Arzobispo N., por todos los obispos, presbíteros y diáconos, por los que ejercen algún ministerio en la Iglesia, y por todos los miembros del pueblo santo de Dios. (Pausa)

4. Por los Catecúmenos
Oremos también por los catecúmenos, para que Dios nuestro Señor les ilumine interiormente, y les comunique su amor; y para que, mediante el bautismo, se les perdonen todos sus pecados y queden incorporados a Cristo Nues-tro Señor. (Pausa)

5. Por la unidad de los cristianos
Oremos también por todos aquellos hermanos nuestros que creen en Cristo, para que Dios nuestro Señor les conceda vivir sinceramente lo que profesan y se digne reunirlos para siempre en un solo rebaño, bajo un solo pastor. (Pausa)

6. Por los Judíos
Oremos también por el pueblo Judío, al que Dios se dignó hablar por medio de los profetas, para que el Señor le conceda progresar continuamente en el amor a su nombre y en fidelidad a su alianza. (Pausa)

7. Por los que no creen en Cristo
Oremos también por los que no creen en Cristo, para que, iluminados por el Espíritu Santo, puedan encontrar el camino de la salvación. (Pausa)

8. Por los que no creen en Dios
Oremos también por los que no conocen a Dios, para que obren siempre con bondad y rectitud y puedan llegar así a conocer a Dios (Pausa)

9. Por los gobernantes
Oremos también por los jefes de Estado y todos los responsables de los asuntos públicos, para que Dios nuestro Señor les inspire decisiones que promuevan el bien común, en un ambiente de paz y libertad. (Pausa)

10. Por los que se encuentran en alguna tribulación
Oremos, hermanos, a Dios Padre todopoderoso, para que libre al mundo de todas sus miserias, dé salud a los en-fermos y pan a los que tienen hambre, libre a los encarcelados y haga justicia a los oprimidos, conceda seguridad a los que viajan, un pronto retorno a los que se encuentran lejos del hogar y la vida eterna a los moribundos. (Pau-sa)

2A PARTE: ADORACIÓN DE LA CRUZ


La cruz de Jesucristo es hoy el centro de nuestra asamblea. Por eso ahora la recibi-mos solemnemente y manifestamos nuestra fe y agradecimiento a nuestro salvador. Es a Jesucristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, a quien adoraremos; por eso, con profunda devoción, dispongámonos a participar de la segunda parte de la liturgia de hoy.

3A PARTE: SAGRADA COMUNIÓN

Hemos adorado a Jesucristo crucificado, ahora vamos a iniciar la tercera parte de la liturgia de hoy, en la cual nos disponemos a compartir su Cuerpo y Sangre entrega-dos por nosotros.
Pero antes, vamos a dirigirnos a Dios, nuestro Padre  rezando juntos…. Preparemos nuestro corazón para recibir a Jesús en la Eucaristía.

Se reserva el Santísimo Sacramento y los fieles se despiden en silencio .